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5 malos hábitos de cuidado del cabello que debes romper ahora mismo

El cabello representa, de manera totalmente indiferente para hombres y mujeres, una fuente de orgullo, un símbolo de buena salud, así como una parte esencial de la belleza de uno mismo que se puede modelar de muchas maneras para expresar nuestra personalidad. Sin embargo, no siempre todo sale como nos gustaría, y nos vemos frente a un cabello apagado, que ha perdido brillo y suavidad. Muchas veces nos causamos nosotros mismos los daños en el cabello, porque solemos caer en los hábitos incorrectos, aunque de algunos actos ni siquiera pensamos lo perjudiciales que pueden ser.

A continuación, veremos 5 malos hábitos de cuidado del cabello que cometemos y cuya interrupción es la regla de oro para tener un cabello fuerte, vigoroso y rebosante de salud.

Lavar tu cabello todos los días

Esta es una duda que asalta a muchas personas, que por costumbre lavan su cabello con champú todos los días. Sin embargo, es comúnmente conocido que una limpieza excesivamente frecuente provoca la caída del cabello o su adelgazamiento progresivo. Pero, ¿es cierta esta creencia generalizada?

Son muchos los falsos mitos que circulan, como el que nos ocupa. En este caso, lo cierto es que no se puede decir que la práctica del lavado diario del cabello sea en realidad buena o mala. En este sentido, es necesario considerar muchos aspectos diferentes, incluido el estilo de vida personal, el tipo de cabello y los productos y tratamientos capilares utilizados para la limpieza. Solo evaluando cuidadosamente estos factores será posible determinar con mayor precisión si el lavado diario es capaz o no de dañar el cabello.

A continuación, te dejamos información útil que debes tener en cuenta para determinar si lavarse el cabello a diario es correcto o incorrecto.

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Tipo de cabello

Considerando que la frecuencia de lavado no puede afectar a la estructura del cabello, un factor que no debe ser subestimado para entender si es correcto o no lavarse con champú todos los días es, más bien, conocer el tipo de cabello que se tiene. De hecho, no se recomienda la limpieza frecuente a personas con cabello normal o seco. Esto se debe a que no solo existe un riesgo real de deshidratar el cabello, sino que también existe la posibilidad de dañar el cuero cabelludo.

El motivo es que un lavado diario es capaz de eliminar por completo el sebo y, en consecuencia, también la película hidrolipídica que protege el cabello de los agentes externos, manteniendo una hidratación adecuada y constante. Por el contrario, para todas aquellas personas con cabello graso, se recomienda proceder al lavado diario, ya que se podrá eliminar el exceso de sebo que, en algunos casos, provoca sensaciones de picor y consecuente irritación. Asimismo, utilizar un champú astringente o depurativo ayudará a controlar la cantidad de secreciones. Un caso más concreto es el de las personas que se tiñen el cabello.

De hecho, quienes tengan el cabello teñido tendrán que prestar más atención. Una limpieza frecuente puede reducir la duración efectiva del color, ya que los sulfatos que contiene el champú podrían apagar el color, siendo necesarios retoques más frecuentes.

Tipo de champú

Por lo tanto, en base a lo anterior sabemos que lavarse el cabello todos los días no es necesariamente correcto o incorrecto, especialmente si se usa el champú adecuado de acuerdo a las necesidades personales de cada uno. Por el contrario, utilizar un champú inadecuado, sobre todo si se utiliza con frecuencia, es una práctica que puede comprometer potencialmente la salud del cabello y del cuero cabelludo

En este sentido, para la limpieza diaria es mejor utilizar productos delicados o con características específicas. Por supuesto, siempre deben ser adecuados para tu cabello, como un champú nutritivo para cabello seco o uno purificante para cabello graso.

Además, teniendo en cuenta que el cuero cabelludo tiene un pH de 5,5, lo mejor para no dañarlo es comprar un champú neutro que sea delicado con todo tipo de cabellos. Actualmente, en el mercado hay muchos champús disponibles, que van desde los más básicos hasta otros más agresivos, cuyo PH es superior a 5,5.

Por tanto, si optas por uno de estos champús es recomendable evitar lavarse el pelo con una frecuencia diaria. Del mismo modo, no se recomienda la limpieza diaria con productos que contengan alcohol, alérgenos o parabenos.

Estilo de vida

En algunos casos, lavarse el pelo todos los días se convierte en una necesidad, como por ejemplo después de una larga jornada de trabajo en un ambiente contaminado o después de practicar tu deporte favorito. En estos casos, la limpieza diaria se convierte prácticamente en una obligación que sin embargo, podría tener algunas consecuencias. 

De hecho, como se ha dicho anteriormente, lavar el cabello todos los días puede provocar la pérdida de toda la película hidrolipídica acumulada alrededor del cabello, dejándolo expuesto a cualquier condición atmosférica o contaminante. Para limitar este daño particular, puede ser útil combinar un acondicionador nutritivo con el champú.

Los riesgos que implican los lavados constantes están en su mayoría representados por la irritación del cuero cabelludo que, a su vez, puede ocurrir por tres motivos diferentes. Por un lado, los lavados con una gran cantidad de champú pueden dejar restos de producto en la piel, causando picazón. También afecta la temperatura del agua, y es que excesivamente alta es perjudicial, así como el calor excesivo del secador durante el secado del cabello.

Básicamente, leyendo toda la información que tenemos hasta ahora, podría parecer que el lavado diario del cabello está mal. Pero, en realidad, mediante algunos pequeños trucos esta es una práctica que se puede realizar con frecuencia sin que ocurra ningún problema.

En conclusión, podemos decir que no está bien ni mal lavarse el cabello todos los días, ya que lo más recomendable es lavarse el cabello cuando hay una necesidad real. Es decir, cuando se siente el cabello pesado, cuando se ve apagado, o si ya no mantiene su forma.

Lavar tu cabello con agua caliente

Para asegurar la buena salud de tu cabello, es importante seleccionar cuidadosamente no solo los productos de limpieza o nutrición, como el champú o el acondicionador, sino también la temperatura del agua utilizada para el lavado. De hecho, muchos expertos recomiendan evitar usar agua muy caliente, ya que se corre el riesgo de dañar el cabello y arruinar su aspecto. Por el contrario, se recomienda utilizar agua tibia o incluso fría.

De hecho, una temperatura demasiado alta es capaz de dañar la fibra que compone el cabello, dejándolo opaco y quebradizo. Con el tiempo, además, comenzará a deshidratarse y quedar seco, provocando el molesto y antiestético efecto encrespado o frizz. En este sentido se recomienda, por tanto, el uso de agua fría, especialmente durante el aclarado final. De esta forma se provoca el cierre de las cutículas del cabello, dejándolo así con un aspecto liso y brillante.

Por supuesto, esto no significa que durante el invierno tengas que lavarte el cabello con agua helada, arriesgándote a enfermar. Únicamente hay que tener en cuenta que, durante la limpieza del cabello, nunca debes exceder una temperatura recomendable, no llegando a hervir el agua.

Esta razón hace evidente que la mejor opción es la intermedia, siendo lo mejor optar por el agua tibia, con la que se limpiarán la piel y el cabello, eliminando todas sus impurezas y el exceso de sebo. Al hacerlo, el cabello adquirirá brillo y los poros de la piel se cerrarán, impidiendo la entrada de impurezas.

Cuando hablamos de cabellos dañados, hemos entendido pues que los excesos siempre son perjudiciales, por lo que es mejor evitar hervir el agua para no deshidratar el cabello ni conseguir el citado efecto frizz. De igual manera, es también aconsejable evitar el agua demasiado fría, sobre todo en el caso de tener un cabello fino que tiende a aplanarse.

Volviendo a las razones para evitar el agua demasiado caliente durante la ducha, lo cierto es que estas son muchas. De hecho, esta práctica aparentemente inofensiva no solo daña gravemente el cabello, sino que también dañará la epidermis. El agua caliente elimina los aceites naturales de la piel, dilata los capilares y, por tanto, permite la formación de antiestéticas rojeces, a veces con picor, que podrían dar lugar a erupciones cutáneas e inflamaciones. Por tanto, es uno de esos malos hábitos de cuidado del cabello que tenemos que eliminar de nuestras vidas sin dudarlo.

Aplicar productos en las raíces del cabello

En el mundo actual, estamos acostumbrados a los términos “orgánico” y “natural”, y es que ambos se han apoderado de varias áreas de nuestra vida diaria. De hecho, están también presentes en el cuidado del cabello, y es que un número cada vez mayor de ingredientes son mirados con lupa para evitar algunos efectos cuestionables sobre la salud del cabello.

Los primeros en acabar en la lista negra fueron los parabenos, los sulfatos y los ftalatos, ya que son inútiles o perjudiciales para el bienestar del cabello. De hecho, siguiendo las tendencias de los últimos años, es posible deducir que las siliconas no son productos precisamente bien considerados.

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Sin embargo, ¿son realmente las siliconas tan dañinas como parecen? Para encontrar la respuesta a esta pregunta, primero debemos entender exactamente de qué estamos hablando, así que empecemos por entender qué son las siliconas para el cabello.

Las siliconas no son más que un polímero con un comportamiento similar al del plástico común, ya que es un material que se caracteriza por una particular flexibilidad y que puede ser moldeado para muchos usos diferentes. En cuanto a los productos dedicados al cuidado del cabello, las siliconas se utilizan para formar una capa protectora alrededor del tallo del cabello.

De esta forma se da más brillo al cabello, al tiempo que se retiene la humedad para prevenir o reducir el encrespamiento. Por otro lado, en el cabello rizado, los productos que contienen siliconas pueden ayudar a controlar los mechones más rebeldes, impermeabilizando cada uno de ellos.

Por lo tanto, a pesar de su mala reputación en el campo de la belleza, las siliconas tienden a ser seguras y efectivas para muchos usos, que van desde el lavado corporal hasta el cuidado del cabello, hasta incluirse en cremas dedicadas a la hidratación del rostro. 

Es más, a diferencia de muchos aceites de origen natural, las siliconas son estables. Es decir, capaces de no degradarse cuando se exponen a la luz ultravioleta o al calor y, por lo tanto, no pueden transformarse en subproductos desconocidos o no deseados. Esta característica es particularmente importante para el cuidado del cabello, ya que está continuamente expuesto a la luz directa o a herramientas de calor para el peinado. Así que tratemos de entender por qué algunos tipos de siliconas pueden ser un problema para el cabello.

Como todos sabemos, las siliconas se utilizan en muchos productos dedicados al cuidado del cabello, incluidos champús, acondicionadores y varios tipos de sérums. Entonces, ¿cuál es el problema si casi todos los usan? Para algunas personas, la posibilidad de renunciar a la silicona es solo una cuestión de preferencia personal, mientras que para otras, esta renuncia está dictada por el hecho de que estos componentes le dan al cabello una apariencia extraña.

Esta última posibilidad se da en el caso de que las siliconas contenidas en el producto no sean hidrosolubles, por lo que pueden ser difíciles de eliminar durante el aclarado, provocando a su vez múltiples y repetidas acumulaciones de producto sobre la piel. El resultado será, por tanto, el contrario al deseado. Las acumulaciones en raíces y piel apelmazarán el cabello e impedirán la penetración de nutrientes que le ayudarían a revitalizarse y recuperar su esplendor.

Es por esto que el acondicionador y productos similares deben aplicarse solo en los largos, que es la parte que necesita ser tratada, mientras que las raíces deben dejarse libres para evitar este efecto desagradable. Y sobre todo, se deben adquirir productos a base de siliconas hidrosolubles, que sean fáciles de eliminar durante los lavados posteriores.

Secar el cabello con una toalla

Uno de los malos hábitos de cuidado del cabello que todos hemos cometido al menos una vez es el de envolver el cabello dentro de una toalla. ¿Por qué? Porque no todos saben que este procedimiento justo después de lavar el cabello con champú es dañino.

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Formar un turbante en la cabeza con una toalla nos expone al riesgo de dañar el cabello mojado, debido al roce con las fibras duras y ásperas del tejido. Además, una toalla tiende a no dejar “respirar” al cuero cabelludo, lo que podría cambiar la textura del mismo, haciendo que quede seco o encrespado, lo que puede derivar en su rotura o caída con el paso del tiempo.

Afortunadamente, hay muchas alternativas disponibles que se pueden usar como sustituto de la toalla. Después del lavado se pueden utilizar paños delicados de algodón para secar el cabello, pero también pañuelos de seda o de tejidos más delicados que una toalla de rizo con la que, sin duda, se dañará el cabello.

Por tanto, es bueno evitar secar demasiado el cabello con una toalla, ya que no solo arruinará el cabello con su fricción excesiva, sino que lo privará demasiado rápido de toda la humedad necesaria para resistir el secado posterior con el secador. Así que veamos cómo puedes secarte el cabello correctamente.

Para ello, primero debemos dejar que la toalla se encargue de secar únicamente el cuerpo, y reservar al cabello un tratamiento ad hoc que haga el mantenimiento de su belleza y salud. De hecho, cuidar tu cabello cada vez que lo limpias significa evitar el sufrimiento por la degradación de su suavidad y brillo.

Por lo tanto, te dejamos los pasos básicos para evitar estresar a tu cabello durante el proceso del secado y dejar así, de lado, otro de los malos hábitos de cuidado del cabello:

  • No retuerzas el cabello con fuerza: esta práctica garantizará que el cabello no sufra el estrés relacionado con la tracción excesiva, con el riesgo que conlleva de romperlo o arrancarlo de raíz.
  • No frotes la cabeza con una toalla de algodón: usar un tejido que no sea una de rizo permitirá, como se dijo anteriormente, salvar el cabello del roce con un material duro y áspero que podría dañarlo fácilmente.
  • Debes secar con secador manteniendo una temperatura reducida: también es importante la temperatura del aire con el que secamos el cabello, al igual que ocurre con la del agua para lavarlo. De hecho, si es demasiado alta, debilitará inexorablemente la estructura del cabello.

No proteger tu cabello cuando usas herramientas de calor

Finalmente, toca echar un vistazo a la relación entre el cabello y uno de sus enemigos históricos: el calor. Se sabe, de hecho, que los tratamientos de peinado que involucran el uso de herramientas de calor, como un secador de pelo a corta distancia, una plancha y un rizador, son extremadamente riesgosos para la salud del cabello. Sobre todo, si se llevan a cabo con cierta frecuencia, ya que podría resultar en un verdadero manojo de cabello quemado.

Esto sucede porque el calor tiene el efecto secundario de abrir las cutículas que recubren la superficie del cabello, que de esta forma tendrá un aspecto áspero, desigual y absolutamente alejado del ideal de fluidez y suavidad que queremos lograr. En particular, el uso demasiado frecuente e incorrecto del secador de pelo puede causar graves daños en la estructura del cabello, ya que sobre el cabello húmedo el agua se evapora a una velocidad impresionante, contribuyendo a elevar aún más la temperatura.

Así es como se crea el fenómeno del cabello burbuja: en la práctica, se desencadena una reacción química que provoca la formación de burbujas, espacios de aire llamados vacuolas, en la superficie del cabello, alterándolo permanentemente. De esta forma nos encontraremos ante un cabello dañado por la plancha caliente o el secador, que nunca se debe utilizar con el cabello aún muy húmedo. Como resultado, el cabello estará muy débil y será propenso a romperse fácilmente.

Para evitar que esto suceda, además de minimizar el uso de herramientas para dar estilo al cabello, puedes observar algunas reglas simples que evitarán el desastre. En primer lugar, el secador de pelo debe utilizarse a una temperatura no excesivamente alta y alejado del cabello. Por tanto, no está prohibido, ya que basta con mantenerlo a velocidad media y a una distancia mínima de 30-40 cm, aunque el secado natural sigue siendo el mejor método durante los meses de verano.

Otro factor clave, cuando se trata de herramientas de calor para darle estilo a nuestro cabello, es el uso de un protector térmico, un excelente amigo de un cabello saludable. Se trata de productos específicamente diseñados para proteger la integridad del cabello ante una intensa exposición al calor, ya que es capaz de reducir en gran medida el impacto de este nocivo agente. Se debe prestar especial atención a la plancha, teniendo en cuenta que el choque térmico al que somete el cabello es mucho más fuerte que el que provoca el secador, además de ser más prolongado y concentrado en las hebras individuales.

Por este motivo, debe utilizarse sólo cuando sea absolutamente imprescindible. Finalmente, es una buena práctica aplicar regularmente una mascarilla nutritiva y reestructurante que, al igual que el protector térmico, defenderá el cabello de la acción repetida de los agentes que pueden dañarlo.

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Siguiendo estos consejos para acabar con los 5 malos hábitos de cuidado del cabello más frecuentes, el riesgo de dañar el cabello debe permanecer bajo y será más fácil lograr el resultado que deseas: tener un cabello suelto y brillante, digno de acariciar todo el día.

Pelucas indetectables de cabello natural real

Giuseppe Vesconsi

Autor: Giuseppe Vescosi

Giuseppe Vescosi es agente de marketing digital de Newlacecu wig co. Descubrió los implantes capilares modernos allá por 1995, por motivos personales (sufre de alopecia areata universal) Fue uno de los primeros expertos en América y luego en Europa en prótesis capilares modernas, escribiendo varios artículos y tratando con ellos en varios foros. En 2006 viajó a China y conoció las principales fábricas asiáticas de prótesis capilares, estableciendo luego una duradera colaboración con la empresa de pelucas Newlacecu de Xiufei Wu. Hoy es considerado un importante experto en prótesis capilares, su construcción y uso. Además, en estos 30 años nunca ha dejado de estudiar sobre las causas de la alopecia y la calvicie y las alternativas para las personas con esta condición.
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